ROMA (A. CUARÓN)
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Roma es una película lenta, cuyo argumento es cualquiera que podría ocurrir en la vida cotidiana. No sucede nada grandioso ni heroico, ni tampoco hay ningún comportamiento inusual que te haga pensar que los personajes están hechos de otro material distinto al nuestro, un material más peliculero.
La historia comienza cuando Cleo y Pepe se tumban en la azotea de la casa de éste último, después de haber jugado a los pistoleros. Ambos miran hacia arriba, y la cámara sigue sus miradas con la lente. Esa visión me llama la atención, porque presenta una unidad y hegemonía entre ambos, cuando hay claramente una situación de jerarquía: Pepe es el niño pequeño de una familia rica de México, y Cleo es la criada que vive con ellos, para dedicarse a su trabajo todo el día, todos los días. Sin embargo, el verlos tumbados, relajados, en la azotea, hace pensar que esa separación entre ambos se difumina.
A lo largo de toda la película vemos de cerca la vida de ella. Al principio es algo aburrido: habla con la otra chica y hace las tareas del hogar, limpia las cacas del perro, echa agua al patio interior de la casa. Por su parte, la Señora Sofía, dueña de la casa, anda de aquí para allá ajetreada: se va a trabajar, vuelve, cuenta a Cleo, de manera superficial, lo que sucede en su vida, come con los niños y la abuela, da cariño a los niños. Hay familiaridad, cercanía. Cleo también juega con los niños, de hecho podríamos decir que algunos le muestran más cariño a ella que a su madre.
Con esta historia, Alfonso Cuarón trata de mostrarnos cómo era el lugar donde nació, sin embargo, ¿Hay más lugares como éste en otras partes del globo? Son dos los temas clave a tratar en esta historia: lo común entre ambas mujeres con respecto a los hombres, y la diferencia entre las mujeres por la clase social.
Comenzemos por los rasgos comunes: La Señora Sofía se va a separar de su marido. 'El marido' es una figura que apenas vemos en la casa (que es donde se desenvuelve prácticamente toda la trama). Siempre que lo vemos, parece alterar la paz e intimidad que otorga el blanco y negro de la película, la alegría que hay en ella y que es creada por los niños, las criadas y la abuela. Todos se preocupan por la dueña de la casa, y a todos contesta con serenidad, aunque escondiendo a los niños qué es lo que sucede. Cleo se interesa por su situación, y esa sensación de familiaridad entre ambas se disuelve cuando le responde de forma alterada: Cleo no es parte de la familia. La señora Sofía, confía en ella para contarle las cuestiones mas nimias que suceden en su día a día, pero las personales ya son otra cosa. Por otra parte, Cleo queda embarazada. El chico la abandona y la deja a su suerte: la evita. Se lo cuenta a la señora Sofía, y ésta le apoya: muestra su cariño y ayuda en lo posible. Vemos a dos mujeres, solas y abandonadas, que se dan ayuda entre ellas de la mejor forma que pueden.
Ambas mujeres no son iguales. No se les trata de la misma forma: Cleo se acerca a la Señora Sofía, y ésta a aquélla, sin embargo, ambas saben que hay límites. Cleo y otras criadas, cocinan por la mañana y sirven a toda la familia a la hora de comer. Ellos comen tranquilos y alegres, hablando todos con todos. Cleo y las demás comen después, aparte, parece que hasta con prisa, porque a la vez de comen, hacen tareas como lavar o limpiar y también responden a las necesidades (o caprichos) de los niños o de la Señora Sofía cuando se acercan a ellas. La comida siempre ha sido un factor importante a lo largo de la historia: se come con amigos, con la familia, se invitaba a un bar o café para arreglar un Tratado o acordar una Paz. Las comidas unen a la gente, es el momento en el que todos están en la mesa, están tratándose de iguales: comen lo mismo, todo de todos, todos pueden pedir lo que prefieran y es el mismo momento el que comparten. Pero Cleo come aparte, come después. Ella no está al mismo nivel que la Señora Sofía.
Algo que también llama la atención, es que las criadas, son nativas e indígenas del lugar. Mientras que la Señora Sofía es alta, delgada, rubia y blanca, Cleo y sus compañeras son más bajitas, anchas y morenas. Las nativas, hablan entre sí en su idioma, pero no hablan en éste con los demás. Su idioma se relega a lo privado, lo íntimo, mientras que el español es el idioma público y genérico. Cuando están juntas, a la hora de comer generalmente, hablan en su idioma: son Cleo y los demás los que hacen sobrevivir las lenguas que han vivido en América durante generaciones.
Siguiendo con el hilo de la historia, la Señora Sofía decide que van a ir de vacaciones para superar la ruptura con el padre y tratar de despejarse del embarazo de Cleo. la Señora Sofía dice que Cleo irá con ellos, a diferencia del resto de criados. Cleo está emocionada. Allí, ambas se unen más y se encuentran más cerca la una de la otra: además de compartir vivencias como son el abandono de un hombre, también comparten el viaje. Sin embargo, Cleo de vacaciones no deja de lado sus obligaciones, sigue haciendo su trabajo. ¿Es Cleo una trabajadora en la familia que puede pasar a ser un ser cercano a la misma, o el trabajo de Cleo y la familia están intrínsecamente unidos y por tanto en sus obligaciones está la relación con la familia? Cuando están en la playa, uno de los niños se ve arrastrado por el mar hacia dentro: Cleo corre hacia él y se lanza al mar sin pensarlo un solo segundo. Ella apenas sabe nadar: daría la vida por él. Saca al niño del mar y la Señora Sofía corre hacia ellos, le da las gracias a Cleo y abraza a su hijo. Todos la felicitan y abrazan. Vuelven a casa y nada más hacerlo, todos se sientan alrededor de la abuela para contarle qué ha sucedido. 'Cleo, tráeme un jugo por favor', dice uno de los niños. Ella se levanta de la tertulia, y va a por el zumo. Es una orden con cariño. La película termina circularmente: con Cleo en la habitación que tiene en el patio interior de la casa, donde duerme con la otra criada.
Cleo en todo momento manifiesta su incomodidad y angustia con el embarazo, trata de ocultarlo, sin embargo nunca dice que no lo quiere tener. Casi al final de la película, momentos antes a que acudieran a la playa, Cleo se pone de parto. El niño nace muerto y ella se siente culpable, no para de llorar. Lo ha matado ella, dice.
Después de lo reflexionado, nos preguntamos, ¿Cleo habría tenido el hijo si él no la hubiera abandonado? ¿Y lo hubiera tenido de haber tenido una estabilidad económica por la que hubiera podido vivir sola, manteniéndose? ¿Y si Cleo salvó al niño de la familia porque en él ve el arrepentimiento por no haber querido a su propio hijo?
Roma es una película que aunque se desenvuelve de manera paulatina, al terminarla, te deja con una sensación de desconcierto. No sabes qué papel exactamente tiene Cleo, ni cuales son los sentimientos claros y reales de la Señora Sofía con respecto a ella. El hecho de que esté grabada en blanco y negro, te crea una sensación de más intimidad con los personajes y también, una focalización mejor sobre los detalles importantes. Es una película sencilla y simple, que pienso que hay que ver para conocer cuál es la sociedad actual, a pesar de que esté ambientada en el siglo pasado.
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